viernes, 17 de abril de 2015

Aprender a escuchar y El perdido arte de "salirse con la suya"…

¿Qué tal mi estimado alumno de TIC? Esta es la cuarta entrega en este blog.

Es curioso, ¿alguna vez te has preguntado por qué tenemos dos oídos y sólo una boca?

Como docente, muchas veces me he visto en la siguiente situación:

[Alumno(a) airado:]
- ¡PROFESOR, YO SÍ LE ENVIÉ TODAS LAS TAREAS POR CORREO!

[Yo en respuesta al reclamo:]
- Pues no he recibido ningún…

[Antes de poder completar la frase, de nueva cuenta el alumno:]
- ¡PORQUE LA ÚLTIMA CLASE LE ENVIÉ TODO!

[Yo, nuevamente en respuesta:]
- Bueno déjame…

[Y de nuevo, antes de poder completar la frase, el alumno:]
- ¡Y NUNCA ME CONTESTÓ LOS CORREOS!

[Yo, nuevamente:]
- Bueno pues…

[Y de nuevo, el alumno:]
- ¡Y HACE DOS CLASES…!

[Yo, ahora interrumpiendo al alumno:]
- Escucha, escucha… antes de que digas algo, ESCUCHA.


Entiendo perfectamente que una injusticia debe remediarse y que hay que exigir nuestros derechos siempre, pero creo que si nos ponemos en el plan de “no te escucho y seguiré hablando o gritando hasta que hagas lo que yo quiera”, no lograremos gran avance en la petición.
Si hay algo que te hará triunfar en la vida, no es tu gran conocimiento académico o laboral. Considero que es tu capacidad que tengas para convencer a otros de tus ideas y peticiones.

En esta entrega de blog te platicaré de algo que se llama: ARGUMENTAR y te daré cómo “sugerencias” algunos tips que espero te sirvan para lograr hacerlo lo mejor posible, y  lograr mejores resultados cuando debatas con profesores, amigos, mamá o papá, hermanos o cualquier otra persona.

La RAE define un argumento como: Razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, o bien para convencer a alguien de aquello que se afirma o se niega.

Argumentar, no se trata de vociferar o gritar sin sentido. Para argumentar correctamente necesitamos ciertas claves mínimas:

1) Lo cortés no quita lo valiente. Antes de cualquier cosa, y pese a incomodidades que tengan o reclamos (ciertos o falsos) tienes que abordar a la persona en cuestión de una manera serena y con toda la cortesía que todos merecemos. Nunca estará demás un “buenos días”, “me permite unas palabras”, “sería tan amable de concederme unos minutos”, etcétera. Utiliza la fórmula con la que más cómodo te sientas y sobre todo no llegues con actitud desafiante.

2) Al buen entendedor, pocas palabras. Sé breve y conciso en la exposición de la petición o queja que estés exponiendo, concéntrate en argumentar aportando contexto, contenidos y sobre todo pruebas de tus argumentos. Ten mucho cuidado en no caer en descalificaciones y/o malas palabras

3) La clave de oro. Este tercer punto debe ser el punto más importante y más difícil de conseguir.  ESCUCHA atentamente las razones y puntos que la otra persona te responda. Si no eres capaz de escuchar al otro, no serás capaz de elaborar nuevos argumentos correctamente.
Escuchar es difícil, porque requiere concentración y entendimiento de lo que la otra persona vaya a argumentar.
Sin embargo, esta es la clave para “salirte con la tuya”. Si escuchas atentamente, tu interlocutor puede darte las armas para ser vencido ó convencido  ;)

4) Es de sabios, errar. Ten en cuenta que no siempre te vas a poder “salir con la tuya”. Si finalmente y después de sólidos argumentos que tengas, tu interlocutor te demuestra con pruebas y hechos que él o ella tiene la razón no queda más que aceptarlo. Ni modo, no siempre te vas a poder salir con la tuya mi estimado alumno.

Bueno, espero estás claves te sirvan para lograr una mejor comunicación con las personas con las que convives.

Nos vemos en la siguiente entrega.

Dankeschön   o·´¯°· €ttørë ·°¯`·o


1 comentario:

Unknown dijo...

Buenas noches profe. Efectivamente alguna vez me pregunte,¿porque tenemos dos oídos y solo una boca?, y llegue a la conclusión de que es porque debemos "escuchar mas y hablar menos". Pues como usted lo dice primero se tiene que escuchar a la persona. Lo he llevado a cabo desde hace un tiempo para acá y me ha fusionado, pienso que tal vez porque no te pones a discutir, simplemente primero escuchas y ya que terminen, como usted lo dice sin ser grosero dar tu opinión, punto de vista o argumentos, así la otra persona se habrá relajado y también te escuchara.
¡Excelente e interesante articulo!
Sánchez Rivas Xhadani 274